Hace una semana que vivo solo y de las sensaciones que me van llegando me da la impresión que dan para escribir una novela de suspense e intriga. La sensación de calma y tranquilidad por tener mi piso, sumadas a un reciente vuelco en mi vida que ha hecho que haya perdido por momentos el rumbo, hacen que la estabilidad en mi vida sea una utopía en este momento.
Un piso grande de tres habitaciones, iluminado desde que sale el sol hasta que se mete, el cual he llenado por completo con mis cosas, es mi actual reino. Cuando llego a casa, miro el piso desde la entrada y recuerdo aquella escena de "El Rey Leon" en el que Mufasa le decía a Simba "mira Symba, toda la tierra que baña la luz es nuestro reino". Y es que, tener un pedacito de mundo, en el que todas tus cosas está colocadas exactamente como tu quieres es algo digno de reyes.
Todo contrastado con la reciente separación de caminos de la que iba a ser mi reina. Un mes de cambio, que seguramente el presidente Obama me diría que el cambio es bueno "We can believe in change", que se quedó en "We can" y le hizo ganar las elecciones. Para mi ganar las elecciones sería simplemente superarlo. Mis promesas electorales son: mirar hacia adelante, aprender del pasado y no-autocompasión. WE CAN.
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